Para motivar a mis alumnos, cuando explico algo que tiene que ver con su bachillerato, les menciono, “como decía la maestra Licha de cuarto año de bachillerato, signos iguales se suman y los diferentes se restan”. “Como decía mi maestro Mota de sexto grado: lo que tarda en aprenderse, tarda en olvidarse”, “como decía mi maestra Zenaida, ay ay ay, ay ay ay, móntense en el tren que pasa una sola vez, aprendan, aprendan, para que no se queden brutos”. Y hoy, cada vez que ellos me ven, me preguntan: -Profe, ¿y la maestra Licha, qué es de su vida? ¿Y el maestro Mota, y la maestra Zenaida? Lo que me emociona cuando lo hacen, es que ellos preguntan con cariño, y los recuerdan como si los hubiesen conocido; eso para mí es emociónate, porque a pesar de que no los conocieron, veo en ellos, los verdaderos valores del amor, la amistad, la generosidad y el respeto al prójimo. Eso me llena de satisfacciones como ser humano y como docente de esta institución. Esto vale la pena tenerlo presente para motivarse uno y al entorno.
Alfredo Sáez. Egresado del Doctorado de Educación Ambiental en 2023. Profesor de Planta del IPC.